26.4.12

El diablo sabe por diablo, pero màs sabe por viejo.

Así contestó, a los 84 años, Kirk Douglas el cuestionario que conforma la excelente sección de la revista Esquire, titulada:


“LO QUE SE” 

Mis hijos no tuvieron las ventajas que tuve yo en mi infancia: cuando uno viene de la pobreza más abyecta, no hay otra dirección adonde ir que no sea hacia arriba.

Sé que el amor es más hondo a medida que uno se hace más viejo.
Sé que todo el mundo tiene ego.
Sé que, por más que a los judíos nos enseñen a leer en hebreo, no entendemos un carajo de lo que estamos leyendo. Cuanto más estudio la Torá menos religioso me vuelvo, y más espiritual quizá. En el último Yom Kippur opté por la traducción al inglés y descubrí que Dios no necesita que le cantemos alabanzas sino que seamos mejores como personas.
Sé que cada hijo es diferente y que hay que darles soga, siempre: no aconsejarlos mucho y dejarlos cometer sus propios errores. Es como el pase inglés: uno tira los dados y espera a ver qué pasa.
Sé que, el que no quiere y no valora a sus padres, es un ser muy infelíz, y lo será toda su vida pobrecillo de el, no quisiera estar en su lugar. Como explicará a sus hijos que no quiere a sus padres. Ellos devolverán de la misma manera. Para pensar no?
Sé que, el respeto y el amor a los padres jamás se debe perder por ninguna razón, a ellos les debemos todo, por más errores que hayan cometido, y hayan hecho lo que hayan hecho, les debemos perdonar todo, no nos alcanza la vida para pagarles, estamos vivos por ellos, y somos lo que somos por ellos, se entiende? soy padre y tengo hijos.
Sé que, a veces, lo que te compromete te libera. Yo no quería ser actor de cine. Mi vida era el teatro y la primera vez que me llamaron de Hollywood rechacé el ofrecimiento. Pero entonces nació Michael y hacía falta más dinero, y me vine para acá.
Sé que todo buen aprendizaje termina sólo cuando estás bien muerto.
Sé que, si un hombre me diera a entender que nunca cometió un pecado en su vida, no me interesaría en lo más mínimo hablar con él
Sé que, el que odia y critica a una persona por algún motivo, (no importa cual), solo es porque no se aguanta ni él mismo, y es idéntico a la persona que critica, por eso lo ataca, generando mas odio interno a si mismo. Penoso y lamentable.
Sé que los musulmanes siguen a Mahoma; los cristianos a Jesús, y los judíos, a Moisés, pero es el mismo Dios, en mi opinión.
Sé que hacer películas es una forma un poco cara de narcisismo.
Sé que los hijos necesitan la misma cercanía física con el padre como con la madre. Cuando beso a mis hijos en la boca, alguna gente me mira raro, pero no me importa porque sé que no es una debilidad.
Sé que Atrapado sin Salida fue una gran decepción en mi vida. Compré los derechos para cine, pero nadie quería hacer una película con eso. Entonces pagué para hacerlo en Broadway, pero tampoco. Había una línea en especial en el libro que me parecía inigualable: cuando McMurphy trata de arrancar el lavatorio de la pared delante de los demás internos y no puede. Y todos lo están mirando y él gira hacia ellos y les grita: ‘¡Por lo menos traté!’. Hay días en que pienso que ése debería ser mi epitafio.
Sé que por algo es que la política se ha vuelto una mala palabra.
Sé que hay cosas en la vida que uno nunca logra hacer como Dios manda. Jugar al golf, por ejemplo.
He sobrevivido a la caída de un helicóptero, con cirugía vertebral incluida, a un infarto que casi me lleva al suicidio, tengo un marcapasos y problemas en el habla. ¿Y qué? Siempre me digo: la edad está en la cabeza. Es el único antídoto que permite seguir funcionando.
Sé que millones de personas murieron por motivos religiosos: algo anda mal ahí, ¿no?
Sé que esto puede pasar: uno se muere, lo llevan frente al barbudo sentado en el trono, uno pregunta si eso es el cielo y el barbudo responde: "¿El cielo ? De ahí acaba de venir, caballero".
Sé que la única gente que puede destruir Israel son los judíos, porque su obstinación alimenta la división. Como decía aquel chiste en que se encuentran el presidente de los Estados Unidos y el de Israel y éste le dice: ‘Sé que ha de ser difícil ser presidente de 250 millones de personas, pero ¿sabe lo que es ser presidente de cinco millones de presidentes?’
Todo el mundo se la pasa hablando de los viejos tiempos: que las películas eran mejores, que los actores eran superiores, que la gente era más solidaria. Lo único que yo sé de los viejos tiempos es que ya pasaron.
Sé que pensar un poco en los demás es una manera de distraerse de uno mismo.
Creo que recién ahora empiezo a saber quién soy. Como si mis virtudes y mis defectos hubiesen estado hirviendo en una olla todos estos años y con el hervor se hubieran ido evaporando y convirtiéndose en humo, y lo que queda en el fondo de la olla es mi esencia, y se parece inquietantemente a aquello con lo que empecé al principio.

Eso es lo que sé.

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QUEMA LA BASURA



No permitas que las cosas sucias del pasado contaminen tu presente. Despues de cerrar una bolsa de basura la reabres para revisar lo que tiene dentro?

Generalmente sólo revisamos la basura si algo de valor se hubiera perdido , porque lidiamos con la hipótesis de haberlo tirado sin querer. Si no es ése el caso, lo que se fue a la basura no lo veremos más y ni siquiera nos acordaremos de todo lo que está embolsado y listo para salir de nuestra casa.

Si esa bolsa se queda con nosotros por algunos días, y la reabrimos por cualquier motivo, el olor será insoportable, microbios existirán a montones y nuestra salud podría verse severamente amenazada.

Lo mismo sucede cuando guardamos y removemos todo lo malo que ya pasó por nuestra vida. Siempre que dejamos que nuestra mente se pierda en malos recuerdos, estamos reabriendo una "bolsa de basura". Es probable que se encuentre allí la causa de muchas enfermedades físicas y mentales.

Vuelve un poco tus pensamientos hacia aquéllos que ya te hicieron algún mal, y mira cómo te sientes.

Vuelve a ver las ofensas, los resentimientos, las rabias, los desencantos, las desilusiones, las decepciones, y piensa en el "olor" que tiene todo eso. Es así que remueves la basura guardada dentro de ti.

¿Hace cuánto tiempo que está guardada allí? ¿Por cuánto tiempo todavía la guardarás?

Pregúntate: "¿Para qué me sirve toda esa suciedad?" Observa honestamente la respuesta. La suciedad atrae más suciedad, basura atrae más basura, recuerdos nocivos atraen miseria material, física y espiritual.

¿Es éso lo que deseas para ti mismo?

Coloca tus pies en el limpio suelo del presente: es el camino para un limpio y feliz futuro. Agárrate a tus metas, busca realizar tus sueños, guarda los tesoros ya recibidos.

Tú mereces ser feliz.

Por una vida más digna, por un futuro mejor, arroja lo que es basura en la basura.

¡Y quema la basura