31.5.12

DINAMICA GRUPAL CON INCLUSION DE TECNICAS PSICODRAMATICAS









Descubre obstáculos y fortalezas
Inicia los cambios necesarios
Construye una nueva Esperanza
A través de prácticas vivenciales, por medio de recursos lúdicos y creativos..




Coordinadora

 Clr. Marcela Visciglia
Counselor 
Orientaciòn Sistèmica
Prevención en Pareja y Familia.
Operadora Familiar (U.N.L.U.)
cel. 15 5095 9305








  INFORMES: 

23.5.12

¿Por qué es importante la autoestima?


Los sentimientos que tenemos hacia nosotros mismos influyen en cómo vivimos nuestras vidas. Las personas que sienten que se les quiere y aprecia (en otras palabras, las personas que tienen la autoestima alta) tienen mejores relaciones sociales. Son más proclives a pedir ayuda y apoyo a los amigos y la familia cuando la necesiten. Las personas que creen que pueden alcanzar sus objetivos y solucionar problemas tienden a rendir más en los estudios. Tener una buena autoestima te permite aceptarte a ti mismo y vivir la vida de forma plena.

Pasos para mejorar la autoestima

Si quieres mejorar tu autoestima, aquí tienes algunos consejos para empezar:
  • Deja de tener pensamientos negativos sobre ti mismo. Si estás acostumbrado a centrar la atención en tus defectos, empieza a pensar en aspectos positivos que los contrarrestan. Cuando te des cuenta de que estás siendo demasiado crítico contigo, contrarréstalo diciendo algo positivo sobre ti mismo. Cada día anota tres cosas sobre ti que te hagan feliz.
  • Ponte como objetivo el logro en vez de la perfección.Algunas personas se acaban paralizando debido a sus ansias de perfección. En lugar de frenarte con pensamientos como: "No iré a la audición de la obra hasta que haya perdido 5 kg", piensa en qué eres bueno y en las cosas con las que disfrutas, y ve a por ellas.
  • Considera los errores como oportunidades de aprendizaje.Acepta que cometerás errores porque todo el mundo los comete. Los errores forman parte del aprendizaje. Recuerda que las aptitudes de una persona están en constante desarrollo, y que cada uno sobresale en cosas diferentes —es lo que hace interesante a la gente.
  • Prueba cosas nuevas. Experimenta con diferentes actividades que te pongan en contacto con tus aptitudes. Luego siéntete orgulloso de las nuevas habilidades que has adquirido.
  • Identifica lo que puedes cambiar y lo que no. Si te das cuenta de que hay algo tuyo que no te hace feliz y puedes cambiarlo, empieza ahora mismo. Si se trata de algo que no puedes cambiar (como tu estatura), empieza a trabajar para quererte tal y como eres.
  • Fíjate metas. Piensa en qué te gustaría conseguir y luego diseña un plan para hacerlo. Atente al plan y ves anotando tus progresos.
  • Siéntete orgulloso de tus opiniones e ideas. No tengas miedo de expresarlas.
  • Colabora en una labor social. Dale clases a un compañero que tiene problemas, ayuda a limpiar tu barrio, participa en una maratón benéfica por una buena causa o hazte voluntario de alguna asociación. Sentir que aportas algo y que se reconoce tu ayuda hace maravillas para aumentar la autoestima.
  • ¡Haz ejercicio! Mitigarás el estrés y estarás más sano y más feliz.
  • Pásatelo bien. ¿Te has encontrado alguna vez pensando cosas del estilo de: "tendría más amigos si estuviera más delgado/a”? Disfruta pasando tu tiempo con personas que te importan y haciendo cosas que te gustan. Relájate y pásalo bien —y no dejes tu vida en suspenso.
Nunca es tarde para construir una autoestima positiva y sana. En algunos casos, cuando la herida emocional es muy profunda o duradera, es posible que sea necesaria la ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o terapeuta. Estos expertos actúan a modo de guías, ayudando a las personas a quererse a sí mismas y a darse cuenta de lo que las hace únicas y especiales.
La autoestima interviene en casi todo lo que haces. Las personas con una autoestima alta rinden más en los estudios y les resulta más fácil hacer amigos. Tienden a tener mejores relaciones con la gente de su edad y con los adultos, son más felices y les cuesta menos enfrentarse a los errores, decepciones y fracasos, y es más probable que perseveren en algo hasta que lo consigan. Cuesta cierto trabajo, pero es una habilidad que tendrás de por vida.
Revisado por: D'Arcy Lyness, PhD

21.5.12

Dicen que las alegrìas, cuando se comparten, se agrandan

Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años
de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son.
Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más
que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de
aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos.
Por eso, no debiéramos tenerle miedo
 al sufrimiento ni al tan temido
fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.

Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de
nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo
del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé
desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el
poder hacerlo. “Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso.

Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para
poder construir un buen año porque todos estamos en el camino de aprender
todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres
cosas:
-a aprender a amar
-a dejar huella
-a ser felices

En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y
creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos:

-Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento. El
trabajo sea remunerado o no, dignifica el alma y el espíritu y nos hace
bien en nuestra salud mental. Ahora el significado del cansancio es visto
como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no cómo el privilegio
de estar cansados porque eso significa que estamos entregando lo mejor de
nosotros. A esta tierra vinimos a cansarnos,....... para dormir tenemos
siglos después.

-Valorar la libertad como una forma de vencerme a mí mismo y entender que
ser libre no es hacer lo que yo quiero. Quizás deberíamos ejercer nuestra
libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente
agotados y así poder amar más y mejor.

-El tercer y último punto a cultivar es el desarrollo de la fuerza de
voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar
gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores. Hacernos cariño y
tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores,
saludar a los guardias, a los choferes de las micros, sonreír por lo
menos una o varias veces al día. Querernos.

Crear calidez dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene que
haber olor a comida, cojines aplastados y hasta manchados, cierto desorden
que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas independientes de los recursos
se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir
adentro. Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de
ello. La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver
con la inteligencia espiritual.

Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los
juegos “antiguos”, a los encuentros familiares, a los encuentros con
amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro
de nuestras familias.

Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo
habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas,
pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no,
no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la ACTITUD
con la cual enfrentemos lo que nos toca.

Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan.
Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.
Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón.
Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y
mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro.

MAMERTO MENAPACE monje benedictino y escritor

Talleres

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QUEMA LA BASURA



No permitas que las cosas sucias del pasado contaminen tu presente. Despues de cerrar una bolsa de basura la reabres para revisar lo que tiene dentro?

Generalmente sólo revisamos la basura si algo de valor se hubiera perdido , porque lidiamos con la hipótesis de haberlo tirado sin querer. Si no es ése el caso, lo que se fue a la basura no lo veremos más y ni siquiera nos acordaremos de todo lo que está embolsado y listo para salir de nuestra casa.

Si esa bolsa se queda con nosotros por algunos días, y la reabrimos por cualquier motivo, el olor será insoportable, microbios existirán a montones y nuestra salud podría verse severamente amenazada.

Lo mismo sucede cuando guardamos y removemos todo lo malo que ya pasó por nuestra vida. Siempre que dejamos que nuestra mente se pierda en malos recuerdos, estamos reabriendo una "bolsa de basura". Es probable que se encuentre allí la causa de muchas enfermedades físicas y mentales.

Vuelve un poco tus pensamientos hacia aquéllos que ya te hicieron algún mal, y mira cómo te sientes.

Vuelve a ver las ofensas, los resentimientos, las rabias, los desencantos, las desilusiones, las decepciones, y piensa en el "olor" que tiene todo eso. Es así que remueves la basura guardada dentro de ti.

¿Hace cuánto tiempo que está guardada allí? ¿Por cuánto tiempo todavía la guardarás?

Pregúntate: "¿Para qué me sirve toda esa suciedad?" Observa honestamente la respuesta. La suciedad atrae más suciedad, basura atrae más basura, recuerdos nocivos atraen miseria material, física y espiritual.

¿Es éso lo que deseas para ti mismo?

Coloca tus pies en el limpio suelo del presente: es el camino para un limpio y feliz futuro. Agárrate a tus metas, busca realizar tus sueños, guarda los tesoros ya recibidos.

Tú mereces ser feliz.

Por una vida más digna, por un futuro mejor, arroja lo que es basura en la basura.

¡Y quema la basura